A las 10:30 de la mañana sale de Oviedo la furgoneta que será casi la base de operaciones del grupo Tejedor durante los próximos 5 días. Después de una parada en Gijón para recoger al personal (y más adelante en Bilbao, para coger a César Ibarretxe, el técnico de sonido), comienza un viaje de más de 1100 kilómetros hasta Lorient.
Casi 13 horas, varias paradas en estaciónes de servicio, 200 páginas del último Harry Potter y 4 episodios de Perdidos (bendito DVD portatil con adaptador para mechero...) y largos ratos sin hacer nada en especial, aterrizamos en Lorient cerca de medianoche. Allí nos reunimos con Eva Tejedor, que ha hecho el viaje en coche (su hijo de 5 meses no iba a llevar muy bien lo de ir en furgoneta) y con la intérprete que nos acompañaría los siguientes tres días (lo que tuvo que aguantar).
Dentro de un festival tan grande como es Lorient es seguro que no todas las cosas van a ser del gusto de todos. Así, resulta que nos tenemos que alojar en una residencia a casi 15 kilómetros de Lorient, lo cual limita mucho la movilidad individual. Un fallo bastante grande que se intentó solucionar en los días siguientes pero que no fue posible, presumiblemente debido a la cantidad de personas que moviliza el festival.
Después de pasar casi una hora buscando el lugar, llegamos a nuestros alojamientos gracias a una pareja que tuvo la bondad de guiarnos en coche. Ya no merecía la pena intentar acercarse a Lorient esa noche.
Domingo 5 de Agosto.
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Después de la comida tenemos unas cuantas horas hasta la prueba de sonido, así que nos damos el primer paseo por Lorient. Alrededor del puerto deportivo de la ciudad están instaladas las carpas de las diferentes delegaciones (la de Escocia es la más grande, la edición de este año del festival está dedicado a este país), además de cientos de puestos y pequeñas tiendas. Por ahí se puede encontrar cualquier cosa que tenga una remota relación con "lo celta", desde libros y discos, ropa, recuerdos, instrumentos, artesanía... y sobre todo comida y bebida.
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Entre los puestos nos encontramos con el del artesano de bodhrans Brendan White, irlandés afincado en holanda. Sin tener ningún tipo de relación previa, en diez minutos de conversación nos cuenta la mitad de su vida y hace alrededor de treinta chistes. Un tipo peculiar, sus instrumentos suenan de forma excelente.
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El concierto de esa noche consiste en media hora de música como teloneros de Sinead O'Connor en el Espace Marin, una carpa enorme en la que deben caber unas 5000 personas. Después de la prueba de sonido más corta de la historia del grupo (30 minutos), somos capaces de intercambiar dos o tres frases con la estrella de la noche.
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Más o menos a la mitad del concierto de Sinead O'Connor nos vamos hacia el Palacio de Congresos a la entrega de premios del trofeo McCrimmon de gaita. A estas alturas aún no tengo un programa del festival y no me entero de que está actuando Guichen 6 en el Espace Bretagne. Aunque en la entrega de premios hay degustación de whiskey, a algunos todavía nos tira más la música. Mala suerte.
Como al parecer es constumbre, la fiesta acaba en la carpa asturiana hasta que es la hora de cerrar (las 3 de la mañana) y unos guardias muy amables (siendo irónicos) desalojan la zona en un momento. Furgoneta y al hotel. Mañana más.
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