domingo, marzo 16, 2008

AMAS (o menos)

Artículo aparecido en la edición del pasado Viernes del semanario en asturiano Les Noticies.

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Los premios AMAS de la música asturiana se entregaron en ese curioso día que sólo aparece una vez cada cuatro años, el 29 de Febrero, en el Teatro Filarmónica de Oviedo. Como Tejedor (grupo con el que habitualmente colaboro) ganó dos premios en la pasada edición, ahí estaba yo entre bastidores para tocar un par de temas en la gala.

No quiero entrar en si los premios están bien o no. Soy de los que piensan que es imposible premiar justamente a un grupo, músico o productor si hay que elegirlo entre varios. El concepto de que alguien gane supone que hay otros que pierden, eso en un mundo tan tremendamente subjetivo como el de la música es sencillamente absurdo. No hay forma de medir la creatividad de manera objetiva.

Si olvidamos así el supuesto prestigio musical ganado, que algunos consideramos nulo, nos quedan dos factores positivos de los premios. Uno es la (también supuesta) publicidad que obtienen los ganadores, seriamente mermada por el hecho de que este año la gala de premios se retransmitió en diferido y por Localia, una cadena que muchos no sabemos ni en qué canal de nuestro televisor está. Un paso atrás con respecto al año pasado. Para el segundo vamos a elucubrar un poco.

Este año, las votaciones por internet sólo representaban el 50% del resultado, el otro 50% venía proporcionado por la organización, pensando en compensar a la gente que tiene menos tirón en el mundo virtual. Porque hay que reconocer que para unos cuantos no es difícil movilizar a amigos, familia, conocidos y demás para que voten, pero para otros no lo es tanto. Aplicándome el cuento, una semana antes de la entrega envié mi voto (sólo uno, aunque podría haber mandado 5 sin muchos problemas con sólo un par de minutos de dedicación). Y como no creo en los premios voté sólo en las categorías donde había algún candidato al que conociera personalmente y sin tener mucho en cuenta la música que hicieran, siempre y cuando estos no me hubieran pedido que les votara.

¿Por qué votar sin mucho criterio musical? Porque para mí los premios AMAS son simplemente un momento en el que gente de todos los palos musicales se reúnen bajo el mismo techo a pasarlo bien un par de horas o cuatro. La frase de la noche, que escuché a distintas personas antes de entrar era “Vamos a tomar un cacharro antes, para disfrutar bien de la ceremonia”. Al final, los premios son un momento en el que todo el mundillo musical asturiano está bajo el mismo techo. Esa especie de endogamia musical es el tercer aspecto interesante de los premios y el que parece que realmente vale la pena. Jorge Otero, de Stormy Mondays, comenta en su blog que a la mayoría de los asturianos les importa muy poco la música que se hace aquí, y en gran medida tiene razón. Los mayores fans de los grupos asturianos, sean del palo que sean, acaban siendo otros músicos.

Pero se supone que tenemos que hablar de folk. Lo que sí que nos han demostrado los AMAS es que este año la producción discográfica de folk en Asturias ha sido más bien pobre cuando tenemos que poner en la categoría a Carlos Rubiera (tonada) y a la eventual ganadora de dos premios Anabel Santiago (que últimamente se mueve en estilos bastante alejados de lo que algunos consideramos folk). Sergio Rodríguez, con el que han trabajado la mayoría de los grupos folk en los últimos tiempos, se llevó el merecido premio al mejor productor y Andrea Fernández el premio al mejor gaitero/a. El premio al mejor intérprete de otros instrumentos fue para Xurde Fernández, de Blima y Dulcamara. También se entregó un AMAS honorífico a la carrera de Nuberu. Unos premios en ciertos casos decepcionantes, en otros no tanto. Como el espacio es limitado, mis opiniones al respecto se pueden encontrar en Folkenlared.com.

Me gustaría terminar recordando las palabras de Pablo Moro en la gala de entrega de premios: El hecho de que los AMAS se entreguen en Oviedo, la ciudad en la que más pegas se pone a la música en directo, es una paradoja. Yo aún diría más: es una parajoda. (Este último juego de palabras no funciona bien en asturiano y no está en la versión de Les Noticies)

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