martes, noviembre 27, 2007

Decepción previsible

Simple y llanamente, el hecho de que sólo hubiera unas 80 entradas vendidas para el concierto de Kathryn y Peter Tickell a la hora de inicio del mismo confirma lo que veníamos diciendo hace tiempo. Nos hemos hecho cómodos y como durante el verano hay montones de conciertos gratuitos en la zona noroeste parece que no merece la pena pagar 10 euros (o 14 en taquilla) por ver a dos pedazo de artistas de la talla de los hermanos Tickell.

Comentando esto mismo en mi fotolog, algunos de los folkis habituales asturianos respondían con excusas lógicas y comprensibles (sobre todo por transportes y similares). Pero no era a ellos a los que me refería. Es lógico que haya gente que no pueda ir por el motivo que sea, pero lo que cuesta más entender es que existiendo varias bandas de gaitas en Avilés y alrededores, apenas hubiera 5 o 6 gaiteros presentes en el concierto. Hace unos años, la gente se hubiera desvivido por tener la oportunidad de ver a Kathryn Tickell en directo. Y más aún la gente que se mueve en torno a bandas de gaitas.

El viernes cargué toda la tarde con la cámara de video y el trípode pensando en grabar algún tema del concierto. Al final ni siquiera llegué a pedir permiso a los músicos y a los organizadores. Que se quede la "exclusiva" para los que allí estuvimos.

Y sin embargo, y como parece que suele pasar en estas ocasiones cada vez más, los dos hermanos se crecieron y dejaron claro que un público no muy numeroso no equivale a un menor esfuerzo por parte de los músicos. Un buen tema para otro día.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues en su concierto de Bilbao si que hubo bastante gente. No se llenó ni de lejos el auditorio "pequeño" del Palacio Euskalduna (anda por las 600 localidades), pero 300 o 400 si que estaríamos. Además hubo un ambiente muy cálido por parte del público, embelesado desde el primer momento por la calidad del concierto. También es cierto que al formar parte este concierto del Ciclo Musiketan, esto atrae siempre a bastante gente y, además, muchos de ellos con las numerosas invitaciones que da, por ejemplo, la Universidad del Pais Vasco.

Ya hemos vivido por aquí en otras ocasiones situaciones parecidas, o mucho peores, a las que comentas. Por ejemplo, a principios de año con los conciertos de Eoin Dillon, Lori Watson o Fraser Fifield (a los que creo que tuvisteis por allí también) en el Teatro Barakaldo. En esos conciertos habría sido todo un lujo que hubiesen vendido esas 80 entradas que comentas, llegando a estar incluso 10 personas en alguna ocasión :c((. Desde luego, se cae el alma a los pies, sobre todo viendo la calidad de los músicos.

Por cierto, ya he colgado mis fotos de Kathryn en www.bedwyrphoto.com

Saludos!!
Oscar :c))

Alberto Ablanedo dijo...

Entiendo lo que dices, Oscar. Puedo entender que pase con gente como los que mencionas. A pesar de que son grandes músicos (Fifield es exageradamente bueno), es más normal que no sean muy conocidos.

Sin embargo, Kathryn Tickel tienen "nombre" en el mundillo gaiteril.

Las fotos brutales, como siempre. Vas a tener que decirme cómo lo haces... :-)

Anónimo dijo...

Yo fuí uno de los 80 afortunados, el concierto fantástico pero, lo de la pobre asistencia, me lo temía desde que compré las entradas el sábado anterior en El Cafetón.
La gratuidad de los conciertos, los de verano y los de invierno (los de la Caja y los de Música por los Pueblos), ha contribuido a hacernos más roñosos y tacaños a la hora de pagar 10€.
Si un concierto en Avilés a las 20.30 supone algún problema de transporte que baje dios y lo vea... Igual si vienes de Llanes, pero cualquier aficionado de Oviedo o Gijón pudo ir al concierto y luego tomar el Alsa de vuelta.
No me extraña que los promotores de conciertos pasen del tema ante la competencia "desleal" de las administraciones.