The Incident es el tercer trabajo del grupo irlandés Beoga, que irrumpió en la escena folk internacional hace sólo unos pocos años con sus dos trabajos anteriores.
En los últimos tiempos nos encontramos muchas veces con grupos que sorprenden en su debut, bandas que ofrecen una perspectiva nueva con su forma de entender la música tradicional pero que una vez que se consolidan pierden un poco ese aspecto novedoso que las definía y se convierten en poco más que otra pieza más del montón. Afortunadamente no es el caso de Beoga, que sigue conservando esa novedad y esa frescura a través de sus grabaciones y, sobre todo, de sus directos.
The Incident es un cd que rezuma alegría la transmite de forma alarmantemente contagiosa. La banda conserva la formación que tenía en Mischief, con los cuatro miembros fundadores, Liam Bradley (piano, teclados, triángulo), Damian McKee (acordeón), Sean Og Graham (acordeón, guitarra, bouzouki, low whistle, banjo) y Eamonn Murray (bodhran, percusiones) junto a Niamh Dunne (violín, voz principal) que ya apareciera en el segundo cd del grupo. Como invitados encontramos a un montón de músicos de los que tenemos muy poca información, lo cual no está del todo mal.
Como siempre, los sets instrumentales del grupo van desde lo frenético hasta lo realmente acogedor y tranquilo. El primer tema, Lamped, hace referencia a la original portada del CD, en la que aparecen 5 lámparas de mesa, una por cada miembro del grupo. El set comienza de forma relativamente extraña, con una melodía que no podemos encajar muy bien en ninguno de los géneros al uso, aunque es relativamente parecida a una polka. Rompiendo un poco con el esquema típico de set que todos tenemos en la mente después de escuchar montones de discos similares, nos encontramos con una extraña parada que desemboca en dos temas frenéticos al estilo Beoga y el último se llama Silly Batteries. No es un argumento muy válido, pero la verdad es que a algunos nos encantan los temas con nombres estúpidos. El hecho de que la melodía sea buena ayuda, eso sí.
The Flying Golf Club sigue la tónica de los nombres tontos, en cierta forma rememorando el palo de golf que salió volando de las manos de Damian McKee en una visita a un parque de atracciones. Tranquilos, que este es sólo el primer ejemplo de la destrucción que Mr. McKee es capaz de causar. Polkas y reels para todos. The Bellevue Waltz es un vals del interprete de concertina Ciaran O'Grady, buen amigo del grupo, que Beoga lleva a terrenos insospechados. Lo que en principio es un tema tranquilo se transforma de manera radical cuando los músicos se dejan llevar y acaba convirtiéndose en una especie de melodía épica, con orquestación y sólo de guitarra incluidos. Esta gente no se aburre.
De The Incident y Three Chairs Magoo ya hablamos en su día cuando hicimos el avance del Cd. Uno sigue lamentándose por haber grabado el momento de la destrucción de las dos sillas...
Los temas cantados son, como siempre, lo más ecléctico del grupo. Primero encontramos Mary Danced with Soldiers, una canción al uso que habla de dos amantes que se tienen que separar y que, como pasa muchas veces, no tiene un final feliz. Strange Things se adentra en los otros estilos a los que Beoga acostumbra a hacer pequeños guiños, en este caso tirando más al soul. On the Way, una canción dialogada escrita y cantada por John Echo, un cantante de Derry, invitado de la banda, y Niamh Dunne. El carácter moderno más cercano al pop recuerda a algunos de los temas cantados con invitados que últimamente hizo Sharon Shannon. La canción habla de una discusión que una pareja tiene mientras viaja en coche hasta Donegal. Por último, The Best is Yet to Come, lo mejor está por venir, de Clifford T. Ward. Una gozada de canción para cerrar un trabajo redondo.
Los que tengan oportunidad de ver a Beoga en directo, ya sea este fin de semana en Secadura o cuando vuelvan por la Península (en verano, esperemos), no deben desperdiciar la ocasión. Grupos como este sirven para cargar las pilas.
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