Lo que viene de aquí en adelante no son más que opiniones personales sobre ideas que se me vienen a la mente sobre todo este asunto.
No es ningún secreto que Héctor Braga es amigo mío. Aún así, con un tema de tamaña importancia creo que trato de ser imparcial. De hecho ambas partes saben que pueden disponer de esta página libremente en el caso de que sientan que algo de lo que aquí se escribe no es fiel a la realidad.
Lo primero, esto podía haberlo comentado antes, pues hace ya mucho tiempo que se vienen desarrollando todos los hechos y más o menos tengo conocimiento directo del proceso. Sin embargo a veces uno espera que las cosas se solucionen de mejor forma. Aparte, hay documentos que forman parte de la denuncia a los que he tenido acceso a través de la copia de Hector Braga que probablemente no se puedan publicar de modo libre (pruebas y cosas así) sin el consetimiento de los implicados y hubo que asesorarse para ver qué se podía mostrar y qué no. Con la cercanía del concierto no tiene mucho sentido dejar las cosas sin decir y así el que quiera puede sacar sus propias conclusiones sobre los hechos.
No me voy a meter en si hay o no hay plagio en los textos. El perito restó importancia a las similitudes entre los dos, pero el juez determinó que sí que lo había. Supuestamente los dos textos fueron traducidos y/o maquetados por la misma persona, Astur Paredes, por lo que las similitudes podrían venir por ahí. En definitiva no viene al caso ya que la sentencia es definitiva. La impresión que me queda es que el juez trató de ser en cierta forma salomónico.
Lo que sí me parece espectacularmente desproporcionado es la cuantía de la indemnización. 8000 euros estimados es una verdadera barbaridad. La cantidad sale en base a una factura presentada en el juicio que supone un precio medio del disco de 16 euros (es lo que pone en la sentencia, la factura presentada creo recordar que ponía 15 y no 16) y una tirada real de 1000 ejemplares. Esto, desde luego, no tiene en cuenta los costes reales del cd ni el número de unidades vendidas. Tampoco tiene en cuenta que Hector Braga no es la persona que se lleva la mayor parte de los posibles beneficios de la venta del cd. También hay que decir que aunque en la apelación se pidió que se disminuyera la cantidad de la indemnización, no se incluyeron pruebas que demostraran los verdaderos costes del cd ni el número de unidades vendidas, lo cual es un fallo garrafal por parte de la defensa. Por otra parte se puede preguntar uno a cuánto ascendería la indemnización en el caso de que se hubiera fallado a favor de Daniel García en los 3 aspectos de la demanda. ¿24000 euros?.
La parte de las fotografías es relativamente insignificante en su resultado. Al no ser ninguna de las fotografías obra de Daniel García, la verdad es que resulta un poco ridículo denunciar su utilización.
Sin embargo, el asunto que desde luego me parece más importante es que se pueda pedir cuentas ante la justicia por una supuesta vulneración de los derechos de autor en unos temas que son tradicionales y el hecho de que
la SGAE no mueve un dedo al respecto. Con esto podemos ver que yo mismo podría ir a la sede de la SGAE, hacerme miembro (hasta ahora he decidido mantenerme al margen de la SGAE porque los cuatro euros que iba a cobrar no compensan todo lo que conlleva) y registrar
La Muñeira de Carcarosa,
Desde Santurce a Bilbao,
El Patio de Mi Casa y algún villancico que otro, sentarme en casa y esperar a que lleguen los cheques... Con las últimas no iba a colar, pero con algunos temas un poco más rebuscados seguro que sí.
Parece que la SGAE mientras cobre, todo va bien. El hecho es que Daniel García de la Cuesta figura a ojos de la entidad como el autor (no el arreglista sino el autor, según las planillas presentadas por él mismo como prueba en el juicio) de una serie de temas tradicionales entre los que, por ejemplo, podría estar el
Chalaneru (según la carátula de uno de los CDs de música asturiana que hace poco se vendían junto al periódico La Voz de Asturias, que se reproduce debajo) y que no es la única persona en estas circunstancias.
La situación de la denuncia cobra un valor extra si tenemos en cuenta que hace unos años Daniel García estuvo envuelto en una situación similar, pues al parecer había registrado temas de Beleño en la SGAE, incluyendo varios compuestos por Fernando Largo. La situación parece que a día de hoy no ha sido aún resuelta por la SGAE. Daniel García se salvó de un proceso judicial al respecto probablemente porque Fernando Largo no podría permitírselo económicamente (sería un proceso largo y costoso). No quiero pensar lo que podría suceder el día en que a Fernado Largo le toque una quiniela o algo así.
El hecho es que Héctor Braga, según la sentencia, es culpable de plagio y no debe tampoco tirar balones fuera. Las similitudes del texto están ahí y, como bien dice la apelación, el plagio se podía haber subsanado con una simple nota bibliográfica. Pero esa nota no está así que el plagio existe. Lo que es desmedido es el importe de la indemnización.
Soy de la opinión de que el principal motivo para apoyar o no el concierto del próximo Viernes no es el hecho del registro de temas tradicionales sino la injusta cantidad de la indemnización. Personalmente, como amigo y compañero de grupo en ocasiones, yo participaré precisamente por eso. No lo haría si la indemnización fuera lógica, pero sí en estas circunstancias.
Sin embargo, lo que sí hay que apoyar es la iniciativa para regularizar la situación del registro de temas tradicionales en la SGAE (y más aún, del cobro por parte de la SGAE de derechos de autor en conciertos en los que se tocan temas tradicionales sin hacer ningún tipo de diferencia respecto a conciertos normales). No tengo ni idea de cómo hacerlo, pero algo hay que hacer.
Otras partes de la blogsfera se hacen eco de los acontecimientos:
Ateyavana,
TrayasgayaQuién iba a pensar que un instrumento de tres cuerdas iba a dar lugar a esto...