miércoles, mayo 02, 2007

Facturar instrumentos sigue dando problemas

Hace una temporada hablábamos de las restricciones y los problemas para llevar instrumentos en los aviones. Desde entonces las cosas han cambiado poco. Desde la experiencia más o menos personal, podemos poner unos cuantos ejemplos de los inconvenientes que supone tener que facturar los instrumentos.

El pasado 15 de Marzo actuaba la Anna Massie Band en Gijón. Easyjet se las arregló para perder las dos guitarras con las que viajaba el grupo, dejándo apénas dos horas a los organizadores para encontrar instrumentos para salvar el concierto. Una de las guitarras que consiguieron no era especialmente apropiada y no estaba quintada bien para tocar cambiando la cejilla de sitio. El concierto se resintió, como es lógico.

A la semana siguiente (22 de Marzo), Easyjet volvió a perder la guitarra y el equipaje de Kris Drever para el concierto de LAU en Gijón. En vez de ir a Madrid (MAD), los bultos fueron a Málaga (MAL). Una vez más, los organizadores tuvieron que moverse para conseguir una guitarra aceptable. Yo mismo me había presentado en el sitio del concierto para hacer una entrevista para esta página, pero al final acabé usando el tiempo de la entrevista para volver al coche a buscar un afinador para Kris. En el equipaje perdido también iban cds del grupo que bien podían haber vendido después del concierto (los que llevaban los demás se agotaron).

La semana pasada, una vez más, recibo una llamada para ver si puedo conseguir el nº de teléfono de algún bouzoukista de Madrid. Otra vez se han perdido algunos instrumentos, esta vez para un concierto de Kate Rusby en Madrid. La conexión a cuatro bandas llega demasiado tarde y John McCusker tiene que arreglárselas con una guitarra acústica.

La próxima día 12 el grupo Tuenda actua en Belfast y tiene la suerte de no tener que llevar más que las flautas en el avión y no hay problema para llevarlas abordo. Afortunadamente hay músicos dispuestos a prestar sus instrumentos en el lugar del concierto, con lo que se ahorran dolores de cabeza y sufrimientos innecesarios.

Parece que la solución a todos estos problemas es solicitar los instrumentos de backline en el lugar del concierto. Esto es fácil cuando se trata de guitarras, bajos o cosas parecidas, pero en cuanto nos metemos en instrumentos más raros, mismamente un bouzouki o ya no digamos un sitar o un arpa, se hace casi imposible y hay que recurrir a la buena voluntad de otros músicos.

De todas formas, parece que se van dando pasos a favor. Como la mayoría de las aerolineas, British Airways permitía un sólo bulto de equipaje de mano, aunque se podía llevar uno adiccional si se trataba de equipamiento deportivo (por ejemplo palos de golf). Ahora, después de muchas protestas, se ha equiparado a ello los instrumentos musicales de tamaño de una guitarra o más pequeños. Eso quiere decir que al menos en BA se permite llevar la mayoría de los instrumentos a bordo. Con un poco de suerte el resto de las compañías aereas seguirán su ejemplo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Doy fe de lo de Kare Rusby. El concierto empezó media hora tarde y John tuvo que tocar la guitarra acústica, que según él era la primera vez que la tocaba en un escenario