Sam Proctor es uno de esos descubrimientos que uno hace navegando por internet (en este caso Myspace). Proctor es un violinista de Londres, originario de Nottingham y de ascendencia irlandesa, que aporta una visión especial y refrescante a sus temas a la vez que es fiel a la técnica tradicional.
Los padres de Proctor eran los encargados de un folk club de Nottingham, por lo que éste tuvo contacto con la música tradiccional desde muy pequeño. Se forma como técnico de sonido en el Paul McCartney's Liverpool Institute of Performing Arts y pasa una año de gira en USA con uno de los espectáculos de baile irlandés surgidos a raiz de Riverdance, Spirit of Ireland. Después se traslada a Inglaterra a trabajar como profesor de Tecnología Musical en la Thames Valley University (donde, curiosamente, estudió un servidor unos años antes, curiosa coincidencia...).
En Natural Progression, Proctor se rodea de músicos más bien desconocidos para el aficcionado a estas músicas, pues la escena irlandesa de Londres no es particularmente bien conocida a nivel internacional, salvo notables excepciones. Junto al violín de Proctor nos encontramos a Mike Galvin (guitarra, bajo, percusión), Matthew Griffin (guitarra), Dan Griffin (bodhran), Duncan Lyall (contrabajo), Chris O'Malley (teclados), Kate Proctor (flauta) y a los ya bien conocidos Luke Daniels (acordeón) y Tim Edey (guitarra).
El tratamiento especial a las piezas tradicionales comienza con el priemr tema del cd, Mother's Delight, que al parecer es una pieza muy popular en Londres (casi todos los grupos que conozco de la zona tienen su versión). La guitarra de Matthew Griffin es lo que denota la diferencia con otras versiones. Una forma excelente de empezar un disco, el tema se puede escuchar en la plataforma de escucha de la barra lateral.
Proctor no le tiene miedo a los temas rápidos, como bien demuestra en piezas como Fasiken, Daybreak Polkas o Hanley's Tweed, con la guitarra de cuerdas de nylon del siempre genial Tim Edey a plena potencia. También hay lugar para temas más tranquilos como Natural Progression, una composición de Declan Folan que da título al disco, o Joe's Tune, un tema precioso de Tom Oakes.
También nos encontramos con un par de temas curiosos como Mia's Cous Cous, un 7/8 de Michael Lempelius, un bouzoukista que acostumbraba a tocar con Proctor hace tiempo. La sorpresa del album está en el set Brit in the Liffey, que concluye con una versión bastante particular del Pasucáis d'Uviéu (que le ayuda a uno a afirmarse en la teoría que dice que los músicos de las islas británicas siguen sin entender las anacrusas en la música de Asturias y Galicia). Así todo, es curioso ver cómo la versión suena de forma bastante diferente a la original.
Globalmente podemos decir que Natural Progression es un cd redondo, con un nivel de intrepretación excepcional, una elección de temas excelente y un gusto exquisito a la hora de hacer arreglos. (Sí, hoy favorecemos los adjetivos que empiezan por "ex-")
El cd puede (y debe) comprarse a través de la web de Sam Proctor.