Ayer falleció el músico madrileño afincado en Asturias Jorge Mochales, por causas aún no del todo conocidas.
Jorge Mochales era conocido por ser miembro del grupo Brenga Astur, pero su carrera musical lo llevó por grupos como Dagda o Keol y, más recientemente, Umbría. Residente en Asturias desde hace algunos años, era uno de los responsables del Museo Etnográfico de Porrua. Estaba casado con la cantante asturiana Marta Elola, tambíen colaboradora de Brenga Astur, Xuacu Amieva o Muyeres, y la pareja tuvo recientemente un hijo, Antón.
Habiendo colaborado también con Brenga Astur, tuve la suerte de convivir con Jorge durante un tiempo, incluyendo la primera gira del grupo por USA y conciertos en Oviedo, Madrid, Teruel, San Fernando de Henares, Gijón, Tapia e incluso una grabación para los conciertos de Radio 3 durante el año 2002. También estuve tres días alojado en su casa antes de la gira por USA.
Brenga Astur nunca fue un grupo que me entusiasmase demasiado, pero la oportunidad de colaborar con ellos, foguearse y adquirir experiencia no se podía dejar pasar. Uno de los aspectos positivos de tocar con ellos era poder estar en compañía de Pindy, el gaitero, Juan Luis Barbolla, el bajista, y por supuesto Jorge. El tandem de Luis y Jorge era lo que le daba la vidilla musical al ambiente. Ellos dos representaban la parte del grupo que era a la vez gamberra e inofensiva. Tambien eran sin duda, desde mi punto de vista, las dos personas más validas del grupo en respecto a lo musical.
Jorge fue la primera persona que me mostró la parte interesante del folklore de Castilla, la mayoría durante esos tres días que pasé en su casa. Recuerdo haber aprendido de él la entradilla mítica de La Musgaña, sin haberla escuchado ninguna grabación de ella. Es fácil prejuzgar el folklore castellano si no se sabe qué escuchar. Jorge fue un poco mi guía en ese aspecto.
Habiendo colaborado también con Brenga Astur, tuve la suerte de convivir con Jorge durante un tiempo, incluyendo la primera gira del grupo por USA y conciertos en Oviedo, Madrid, Teruel, San Fernando de Henares, Gijón, Tapia e incluso una grabación para los conciertos de Radio 3 durante el año 2002. También estuve tres días alojado en su casa antes de la gira por USA.
Brenga Astur nunca fue un grupo que me entusiasmase demasiado, pero la oportunidad de colaborar con ellos, foguearse y adquirir experiencia no se podía dejar pasar. Uno de los aspectos positivos de tocar con ellos era poder estar en compañía de Pindy, el gaitero, Juan Luis Barbolla, el bajista, y por supuesto Jorge. El tandem de Luis y Jorge era lo que le daba la vidilla musical al ambiente. Ellos dos representaban la parte del grupo que era a la vez gamberra e inofensiva. Tambien eran sin duda, desde mi punto de vista, las dos personas más validas del grupo en respecto a lo musical.
Jorge fue la primera persona que me mostró la parte interesante del folklore de Castilla, la mayoría durante esos tres días que pasé en su casa. Recuerdo haber aprendido de él la entradilla mítica de La Musgaña, sin haberla escuchado ninguna grabación de ella. Es fácil prejuzgar el folklore castellano si no se sabe qué escuchar. Jorge fue un poco mi guía en ese aspecto.
Cuando íbamos de camino a USA tuve la mala fortuna de torcerme un tobillo y hacerme un esguince de camino al aeropuerto de Madrid. Tuve un vuelo infernal y de una noche no mucho mejor. Imaginaos despertar en una casa de madera justo al lado de un lago en New Hampshire y no poder ni apoyar el pie. En la casa había una canoa y, por supuesto, Luis y Jorge decidieron ir a remar un poco y a bañarse. Yo miraba desde la ventana con mucha envidia sana. Luis decidió darse un chapuzón, pero no contaron con equilibrar la canoa, que al perder el peso de Luis zozobró y se dio la vuelta, mandando a Jorge al agua y a sus gafas al fondo del lago. Típico de Jorge, no iba a dejar que yo fuera la única persona que tuviera algo de qué quejarse. :-)
Al mirar atrás quedan muchos buenos recuerdos, pues parece que sólo nos dejan los buenos. Quizá tengamos que empezar a hacer alguna maldad que otra, a ver si así duramos más.
Como siempre, queda la música. Aquí debajo se puede escuchar una de las composiciones de Jorge, Ximena. Hace un par de años recuerdo haberme entretenido haciendo un arreglo nuevo de acompañamiento para esta pieza. Quizá sea hora de retomarlo y grabarlo. Aquí queda la grabación de Brenga Astur.
9 comentarios:
Le conocí en mi primera época rolera, en las increibles partidas en la comisaría vieja de Sanse.
Mañana viernes hay un último adios en el caserón del Ayuntamiento de Sanse (San Sebastián de los Reyes - Madrid) a las 19:00
Jorge, sinónimo de dulzura y compasión en una persona. También en Sanse le recuerdo yo. Siempre sonriendo. Me enseñó a tocar el wistle, a pesar de mi mediocridad.
Sigue brillando, Amigo.
Yo no le llegue a conocer en persona, y tampoco vi ninguno de sus conciertos, pero la musica de Brenga Astur si que me atraia, y yo solo puedo decir que alla en donde este ahora que disfrute de la musica y de los amigos con los que este, ya que seran muchos.
Conocia a Jorge desde el colegio, y tantos años de amistad dan para mucho. Solo espero que en todo el tiempo que me quede de vida pueda cumpliar tantos sueños como él habia cumplido ya. Me vais a permitir que no me quede unicamente con el recuerdo de su musica, que siempre nos va a acompañar, sino con los miles de recuerdos de la gran persona y gran amigo que era. Yo no pude asistir a su boda, uno de los momentos mas importantes de su vida, y sin embargo el hizo lo imposible para bajar el año pasado a mi enlace. Verle aparecer de improviso y fundirse en un abrazo conmigo siempre será uno de los recuerdos mas importantes para mi. Vivió lo bueno y lo malo, pero fue inmensamente feliz. Fué un musico folk, pero se ha ido como un rockero.
Jorge, cuidanos desde donde estes.
Por mi parte, pierdo un amigo de verdad. Creo que formaba parte de su proyecto de vida y él del mio, pero, ¿como entender esta injusticia? Yo, por mi parte, no voy a dejar que nadie de mi alrededor se olvide de él porque me aportó tantas cosas que nunca, nunca seré capaz a recompensarle por todo. Jorge, donde estés, no te preocupes, ¡cuidaremos de Marta y Antón!
Me llamo David. Conozco a Mochales, al Moch, desde que tenía trece o catorce años, cuando apareció en la Casa de la Juventud de S. S. de los Reyes y decidió formar parte de un club de juegos de rol. Compartimos mucho tiempo juntos en la primera juventud, junto a otros amigos. Hacía quizá una década que no le veía más que puntualmente, como al resto de la pandilla, pero los amigos comunes me informaban de su vida, su amor al folk, Asturias, su matrimonio, etc.
Resulta tópico decir de alguien en estas circunstancias que era buena gente. Jorge lo era. Mucho. Muchísimo. Recuerdo su sonrisa y su buen humor, casi patológico. Recuerdo que, un día en su casa, me enseñó el primer instrumento que se construyó ayudado por un luthier de quien estaba aprendiendo.
Pienso, quiero pensar, que la muerte forma parte de la vida y que se puede integrar en ella. Moch ya no va a interpretar más música ni vamos a reírnos más en su compañía. Saber esto me ha dejado trastornado. Pero también pienso que Moch supo mantener escuchar y mimar en él lo que había de pueblo vivo y que esto permanecerá también en nosotros, como siempre por ahí abajo. En ese diálogo seguirá participando.
Un abrazo enorme a todos los que se duelen por Moch.
Soy Antonio.
Conocí a Jorge en el instituto, durante una jornada de rol que su club organizó durante unos días. Después fuimos compañeros durante sus inicios universitarios en Matemáticas , en la Autónoma. Lamentablemente, le perdí la pista cuando pasó a Psicología, pero no por eso le perdí el aprecio.
La mejores palabras para definir a Jorge son: "un buen tío", una buena persona. Además, se le notaba a primera vista, cosa que no es fácil de encontrar.
Yo me quedo con esos recuerdos de las clases en mates y de sus comentarios sobre "estética y semiótica", y las partidas de rol.
El nivel de buena gente del mundo debe haber bajado enormemente tras su marcha.
Un abrazo para todos los amigos y la familia desde Sanse.
Antonio D.
Hoy es el primer dia que puedo leer algo de lo que se escribe sobre la persona de Jorge. Me gustaría decir tantas cosas...no puedo. Lo unico que siento es agradecimiento hacia aquellos que lo conocieron y supieron ver lo gran persona que era, un buenazo. La vida sigue, si, pero mucho mas oscura.
Muchas gracias a todos.
Conocí a Jorge en Vezos, a la vez que a Marta y compartí con ellos bastantes cosas. Son buena gente, de esas personas con las que uno se siente bien y a las que se quiere con mucha facilidad.
Yo soy de las que aprecia y quiere a los demás en la distancia, sin acercarse mucho y quizás por eso no se me nota y a lo mejor los que están en frente ni se dan cuenta de ese sentimiento.
Todavía hoy lloro por los 2.
Un besín Marta
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