Por fin tenemos algo de tiempo libre. No hay nada que hacer hasta la prueba de sonido de por la tarde. A pesar de la relativa falta de sueño (y sabiendo lo que nos espera por la noche) me levanto pronto para poder visitar algo de la ciudad. Un desayuno reparador y salgo caminando hacia el centro por mi cuenta.
Primero me dirijo hacia el lugar donde será el concierto por la tarde, el ABC. Está en una de las calles comerciales del centro, Sauchiehall Street, así que se matan dos pájaros de un tiro. Resulta que el sitio está a menos de 10 minutos caminando del hotel. Cuando paso por delante coincide que uno de los empleados está cambiando el cartel del concierto de ayer por el de hoy. Un poco más adelante me meto en un Waterstones (una cadena de librerías) y salgo media hora más tarde con la mochila un tanto más llena. Esto volverá a suceder un par de horas más tarde en el Borders de Buchanan Street.
Al final de Sauchiehall está el Glasgow Royal Concert Hall, donde está la oficina de Celtic Connections. Entro para recoger mi acreditación (a buenas horas) y pregunto si saben de algún sitio para conseguir la revista The Living Tradition, donde está el artículo sobre música asturiana del que hablamos hace algún tiempo. La señora que me atiende conoce al editor y se pone en contacto con él por teléfono. Desaparece y al rato vuelve con unas cuantas copias de la revista para mí, sacadas de la tienda del festival. Muy amable.
En los diversos conciertos de Celtic Connections no se pueden comprar los cds de los grupos, se encuentran todos acumulados en la tienda del festival en el Concert Hall. En pocos sitios se puede encontrar a la venta tal cantidad de cds de folk en el mismo sitio. Así todo, los precios británicos son aún más prohitibos que aquí y hay que contenerse.
Mi última compra son provisiones en forma de 2 kilos de Scottish shortbread fingers, unas riquísimas galletas de manteca que había proobado en el cátering del Fruitmarket el dia anterior. Un mes después y gracias a un racionamiento disciplinado aún me quedan unas cuantas. Maravillas gastronómicas...
Por la tarde nos llevan al ABC en furgoneta. Con las calles de único sentido que hay que pasar, creo que se tarda menos en ir andando que en la furgo. Nos acompaña en el maletero el famoso flycase de Berrogüetto :-).
El concierto de por la tarde/noche consiste en Finlay McDonald Band y Tejedor. Hay algo de preocupación al pensar en cuanta gente vendrá al concierto, puesto que casi al mismo tiempo hay conciertos de Sharon Shannon con Michael McGoldrick, Bela Fleck & the Flecktones y Kate Rusby en diferentes partes de la ciudad. Si tuviese la ocasión de elegir, yo sería el primero que se iría a ver otro de los conciertos. Afortunadamente el sector gaitero del público se apunta a una doble sesión y al final hay una buena entrada.
Por alguna razón nos llevan al ABC a las 4 de la tarde cuando la prueba se supone que comienza a las 3. De todos modos nos arreglamos para que se cumplan los horarios más o menos. Les pedimos disculpas a los músicos de Finlay McDonald (aunque no era culpa nuestra, pero la educación británica se pega) y de paso le hago llegar algo de música asturiana a Chris Stout.
Después de la prueba de sonido tomamos un pequeño tentempié en el camerino y Javier Tejedor y yo nos vamos a dar una vuelta hasta la tienda del festival para hacer las últimas compras. Volvemos rápidamente al ABC para ver el concierto de Finlay McDonald. El concierto de Tejedor va sobre ruedas y hasta hay una bandera de Asturias entre el público. Después nos visitan Aidan O'Rourke y Lori Watson en el camerino, pues Jose Manuel Tejedor va a colaborar con el primero en algún proyecto en próximas fechas.
Todavía tenemos que actuar ese mismo día en el Festival Club, así que vamos de vuelta al hotel. Al llegar nos enteramos de que actuamos a las 3 de la mañana. Considerando que tenemos que salir del hotel en dirección al aeropuerto a las 4:30, la posibilidad de dormir algo desaparece.
No quiero terminar estos escritos sin hacer hincapié en la cantidad de personas que se acordaron de Igor Medio en el festival. Mismamente antes de bajar al Club ese mismo día estaba con José Manuel Tejedor y con Michael McGoldrick tomando una cerveza cuando McGoldrick dice "Esta es por Igor, seguro que está feliz viéndonos aquí reunidos y contentos". Otros cuantos músicos me hicieron comentarios semejantes durante los días que estuvimos allí, y yo era no era nadie en el festival. Supongo que a los hermanos Tejedor les harían muchos más.
Al rato de bajar hasta el Club aparece la gente de Corquiéu, que acaban de llegar. No coincidimos durante mucho rato (están cansados del viaje), pero siempre hay tiempo para unas risas. Esa noche el Club del Festival es una especie de Quién-es-quién del folk mundial. Una vez dentro no quepo en mi de gozo. El primer grupo que veo en el escenario es Ranarim una vez más (excelentes una vez más). Poco después me curo del hecho de no haber podido ver ningún concierto entero de otros grupos cuando aparece en escena Kate Rusby con todo el grupo (Ian Carr, Andy Cutting, John McCusker, Ewen Vernal y las colaboraciones de una sección de viento-metal y de John Doyle. Para más delito, tocan algunos de mis temas preferidos.
Mientras están tocando Seamus Begley y el omnipresente Tim Edey nos acercamos al backstage para prepararnos. Allí alguién me llama. Es Tony Byrne, antiguo guitarrista de At First Light y actual de David Munelly Band, con el que coincidí hace unos años en Asturias y con el que he seguido manteniendo correspondencia por internet. La conversación va algo así como:
Llega la furgoneta y emprendemos el viaje. A las 4 de la tarde (con sólo 45 minutos de retraso y sin problemas de equipajes) estamos en el aeropuerto de Asturias. Ya no hay montones de músicos y de conciertos a mi alrededor. Bienvenidos al mundo real.
Apenas han sido dos días completos en el festival, pero la experiencia es absolutamente genial tanto desde el punto de vista musical como personal. Esperemos poder repetir algún día, ya sea como músico o como turista accidental.
Al rato de bajar hasta el Club aparece la gente de Corquiéu, que acaban de llegar. No coincidimos durante mucho rato (están cansados del viaje), pero siempre hay tiempo para unas risas. Esa noche el Club del Festival es una especie de Quién-es-quién del folk mundial. Una vez dentro no quepo en mi de gozo. El primer grupo que veo en el escenario es Ranarim una vez más (excelentes una vez más). Poco después me curo del hecho de no haber podido ver ningún concierto entero de otros grupos cuando aparece en escena Kate Rusby con todo el grupo (Ian Carr, Andy Cutting, John McCusker, Ewen Vernal y las colaboraciones de una sección de viento-metal y de John Doyle. Para más delito, tocan algunos de mis temas preferidos.
Mientras están tocando Seamus Begley y el omnipresente Tim Edey nos acercamos al backstage para prepararnos. Allí alguién me llama. Es Tony Byrne, antiguo guitarrista de At First Light y actual de David Munelly Band, con el que coincidí hace unos años en Asturias y con el que he seguido manteniendo correspondencia por internet. La conversación va algo así como:
- Tony: ¿Alberto?
- Alberto: ¡Hombre, Tony!
- T: Qué bien que te veo por aquí, hace mucho tiempo ¿recuerdas?
- A: Por supuesto, me alegro de verte.
- T: ¿Hasta cuando estás por aquí?
- A: Hasta dentro de dos horas. Mi vuelo sale a las 6 a.m.
- T: Mier..
- A: Ya te digo.
Llega la furgoneta y emprendemos el viaje. A las 4 de la tarde (con sólo 45 minutos de retraso y sin problemas de equipajes) estamos en el aeropuerto de Asturias. Ya no hay montones de músicos y de conciertos a mi alrededor. Bienvenidos al mundo real.
Apenas han sido dos días completos en el festival, pero la experiencia es absolutamente genial tanto desde el punto de vista musical como personal. Esperemos poder repetir algún día, ya sea como músico o como turista accidental.
3 comentarios:
¡Pedazo crónica del Celtic Connections que te has currado tio! (y gracias por la mención :c)). Si uno no tenía ya ganas de darse una vuelta por allí algún año de estos... ¡qué envidia! Algún día, algún día... a ver si nos ficha alguien a tí de cronista (suponiendo que no vayas a tocar) y a mi de fotógrafo, jeje.
Cuento los días para ver a Kate Rusby en directo por fin, en Abril, en Bilbao... crucemos los dedos para que no se tuerza nada.
Agur Bero Bat!!
Oscar :c))
Esperemos poder escaparnos a ver a la señorita Rusby. Una ocasión así no hay que perdérsela.
Pues ven con tiempo y nos tomamos algo juntos por aquí antes ;c)). Ya hablaremos...
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