El pasado día 27 se presentó en la sede de la SGAE un manifiesto "a favor de la música de raiz" firmado por una lista de músicos del mundillo de la música tradicional a nivel estatal.
Considerando las opiniones que estoy empezando a ver en diferentes foros, me parece adecuado escribir aquí la mia. El manifiesto se puede leer aquí. Me da la impresión de que bastante gente se ha hecho una opinión antes de leer el manifiesto, por lo tanto recomiendo leerlo antes de seguir.
Ante todo quiero dejar claro que yo no soy miembro de la SGAE y no planeo serlo en un futuro próximo. Los (escasos) beneficios que obtendría siendo socio no me compensarían la pseudo-complicidad con ciertas prácticas de la SGAE que aborrezco. Así todo comprendo que si yo no soy socio, permito SGAE quedarse con mi pequeña (muy, muy, muy pequeña) parte del pastel.
En papel el manifiesto parece sólo una declaración de intenciones y un intento de apoyar la música de raiz. Hasta ahí todo perfecto y loable. El problema viene al leer entre lineas. Estoy de acuerdo con que hay que proteger la figura del arreglista de temas tradicionales (sobre todo porque creo que yo como compositor no valgo gran cosa, pero hacer arreglos se me da mejor) pero la idea que se me queda después de leer el texto es que la SGAE está buscando una justificación para poder cobrar derechos de autor completos cuando se ejecuten temas tradicionales. No lo dice directamente, pero dudo mucho que se molesten en hacer estas cosas para poder recaudar sólo la parte correspondiente a los arreglos (la última vez que me informé de cuánto era eso, era bastante insignificante).
No tengo ningún problema con que se busque cobrar los derechos de autor de un arreglo específico hecho sobre un tema tradicional, por ejemplo cuando Hevia toca su tema "Tirador", en el que se encuentra la melodía "Xuanín de Mieres", se generen derechos de autor por el arreglo (sólo por el arreglo). Sin embargo, si lo que se pretende es poder cobrar derechos de autor completos lo veo más como una excusa para poder sacarle los cuartos a los festivales de música folk y similares.
Estoy encantado de que los músicos se puedan beneficiar de los frutos de su trabajo, especialmente cuando algunos de ellos son amigos o conocidos míos, pero no a costa de otros.
Y no hace falta "estar orgulloso de haber/no haber firmado" y proclamarlo a los cuatro vientos. Lo que tenemos que hacer es trabajar en favor de la difusión de la música tradicional de un modo u otro haciendo de ella lo que siempre ha sido: música hecha por y para la gente de a pie.
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